La Federación Internacional de Diabetes FID), junto con la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y varias organizaciones asociadas, ha firmado una carta abierta instando a los Estados Miembros de la ONU a respaldar la próxima resolución sobre salud renal en la 78ª Asamblea Mundial de la Salud, que tendrá lugar del 19 al 27 de mayo de 2025.
La resolución propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) pretende hacer frente a la creciente carga de la enfermedad renal, un problema de salud pública a menudo ignorado pero cada vez más urgente. Con 850 millones de personas afectadas en la actualidad y previsiones que sitúan a la enfermedad renal como la quinta causa de muerte en 2050, la resolución pretende integrar la salud renal en estrategias más amplias para las enfermedades no transmisibles (ENT) y la Cobertura Sanitaria Universal.
La resolución aboga por integrar las intervenciones de salud renal en las estrategias existentes contra las ENT y en los sistemas de atención sanitaria universal, al tiempo que subraya la necesidad de abordar factores de riesgo clave como la diabetes y la hipertensión a través de los enfoques "Best Buys" y de riesgo total de la OMS. El objetivo es reducir la incidencia y la progresión de la enfermedad renal mediante una intervención precoz y una mejor asignación de recursos.
Reconociendo que la enfermedad renal afecta de forma desproporcionada a las poblaciones con pocos recursos y que el 90% de quienes necesitan diálisis no pueden permitírsela, la resolución da prioridad a la equidad en el acceso a la asistencia y promueve los trasplantes de riñón mediante derivaciones oportunas y una mayor disponibilidad de órganos.
Más allá de sus beneficios para la salud pública, puede haber un retorno de hasta 45 USD en beneficios por cada dólar gastado, tanto directos como indirectos. Este ahorro reduce la presión financiera sobre los sistemas sanitarios y la necesidad de diálisis, un tratamiento oneroso desde el punto de vista económico y medioambiental.
En última instancia, la resolución ayuda a los Estados miembros a vigilar el impacto de la enfermedad renal y a tomar decisiones más informadas y basadas en pruebas sobre dónde dirigir los recursos. Plantea un enfoque integral que persigue mejores resultados sanitarios y aborda el aumento de los costes, los retos medioambientales y el rápido incremento de la enfermedad renal en los PBI y los PIM.
La enfermedad renal crónica (ERC) es una complicación frecuente relacionada con la diabetes. FID aboga por una mejor gestión y prevención de la ERC mediante la sensibilización, el apoyo al cambio de las políticas mundiales y el fomento de la detección precoz para retrasar o prevenir esta complicación. Además, FID ID trabaja para mejorar el acceso a una atención renal asequible, especialmente en los países de ingresos bajos y medios, para hacer frente a la creciente carga de la ERC entre las personas con diabetes.