Si conoce las causas y los síntomas de la diabetes de tipo 2, podrá retrasarla o prevenirla por completo. El principal indicador de la diabetes de tipo 2 es la resistencia a la insulina, cuando el organismo no puede responder plenamente a la insulina. 

Como la insulina no puede funcionar correctamente, los niveles de glucosa en sangre siguen aumentando, liberando más insulina. Por desgracia, para algunas personas con diabetes tipo 2, esto puede acabar agotando el páncreas. Como consecuencia, el organismo produce cada vez menos insulina, lo que provoca niveles de glucosa en sangre aún más elevados (hiperglucemia).

La diabetes de tipo 2, que representa alrededor del 90% de todas las diabetes , es la más común. Los cambios en la dieta y la actividad física relacionados con el rápido desarrollo y la urbanización han provocado un fuerte aumento del número de personas con diabetes de tipo 2. Antes la padecían sobre todo los adultos mayores. Antes la padecían sobre todo las personas mayores. Sin embargo, debido al aumento de la obesidad, el sedentarismo y la mala alimentación, la diabetes de tipo 2 está aumentando en niños, adolescentes y adultos jóvenes..

 

Síntomas de la diabetes tipo 2

Los síntomas de la diabetes tipo 2 son similares a los de la diabetes tipo 1 e incluyen:

  • Sed excesiva y boca seca
  • Micción frecuente
  • Falta de energía, cansancio
  • Cicatrización tardía de heridas
  • Infecciones recurrentes de la piel
  • Visión borrosa
  • Hormigueo o entumecimiento en manos y pies.

Estos síntomas pueden ser leves o estar ausentes, por lo que las personas con diabetes tipo 2 pueden vivir varios años con la condición antes de ser diagnosticadas.

Persona con tensiómetro doméstico.

Factores de riesgo de la diabetes tipo 2

  • Antecedentes familiares de diabetes
  • Sobrepeso
  • Dieta poco saludable
  • Inactividad física
  • Aumento de la edad
  • Hipertensión arterial
  • Etnia
  • Alteración de la tolerancia a la glucosa (ATG)*.
  • Antecedentes de diabetes gestacional
  • Mala alimentación durante el embarazo

*IGT es una categoría de glucemia superior a la normal, pero por debajo del umbral para diagnosticar diabetes.

Conozca su riesgo de diabetes tipo 2

La FID ha desarrollado una evaluación de riesgos en línea para predecir el riesgo de que una persona desarrolle diabetes tipo 2 en los próximos diez años. La prueba se basa en la puntuación finlandesa de riesgo de diabetes (FINDRISC), desarrollada y diseñada por la profesora adjunta Jaana Lindstrom y el profesor Jaakko Tuomilehto, del Instituto Nacional de Salud y Bienestar de Helsinki (Finlandia).

Compruebe su riesgo

Control de la diabetes tipo 2

La piedra angular del tratamiento de la diabetes tipo 2 es una dieta sana, el aumento de la actividad física, no fumar y mantener un peso corporal saludable. También suelen recetarse medicamentos orales e insulina para ayudar a controlar los niveles de glucosa en sangre.

Con el tiempo, un estilo de vida saludable puede no ser suficiente para mantener bajo control los niveles de glucosa en sangre, y las personas con diabetes tipo 2 pueden necesitar medicación oral. Si el tratamiento con un solo medicamento es insuficiente, pueden prescribirse opciones de terapia combinada.

Cuando la medicación oral es insuficiente para controlar los niveles de glucosa en sangre, las personas con diabetes tipo 2 pueden necesitar inyecciones de insulina.

Medicamentos orales para la diabetes tipo 2

Los medicamentos orales más utilizados para la diabetes tipo 2 son:

  • Metformina: medicamento que reduce la resistencia a la insulina y permite al organismo utilizarla con mayor eficacia. Se considera el tratamiento de primera línea para la diabetes tipo 2 en la mayoría de las directrices mundiales.
  • Sulfonilureas: medicamento que estimula el páncreas para aumentar la producción de insulina. Las sulfonilureas incluyen la gliclazida, la glipizida, la glimepirida, la tolbutamida y la glibenclamida.

Qué tipo de ejercicio es mejor y cuándo

Estudios recientes que examinan los beneficios de la actividad física sobre los niveles de glucosa en sangre en personas con diabetes de tipo 2 demuestran que, aunque cualquier forma de ejercicio es beneficiosa, las actividades específicas y su ritmo pueden mejorar significativamente su salud.

Con tantos tipos de ejercicio disponibles, decidir cuál es el más eficaz puede resultar abrumador. La mejor solución es elegir el que mejor se adapte a usted. Esto puede depender de factores como su forma física actual, sus preferencias y cualquier otro problema de salud que pueda tener.

Tenga siempre en cuenta factores como el nivel de forma física y las preferencias a la hora de elegir su actividad.

Un ejercicio muy recomendable para las personas con diabetes es el cardio, que incluye caminar, correr, nadar o montar en bicicleta. El cardio ayuda a mejorar la salud cardiovascular y a controlar el peso, dos factores esenciales para controlar la diabetes. También ayuda a aumentar la sensibilidad a la insulina, lo que permite al organismo regular mejor los niveles de azúcar en sangre.

El entrenamiento de fuerza también tiene sus ventajas. Puede aumentar la masa muscular y mejorar la sensibilidad a la insulina y el control de la glucemia utilizando pesas o bandas de resistencia para fortalecer los músculos. Además, el entrenamiento de fuerza ayuda a prevenir la pérdida de masa muscular, frecuente en las personas con diabetes.

Junto con el ejercicio cardiovascular y el entrenamiento de fuerza, los ejercicios de flexibilidad también son beneficiosos. Estos ejercicios se centran en estirar y mejorar la movilidad de las articulaciones. Pueden ayudar a reducir el riesgo de lesiones y mejorar el rendimiento físico general. Algunos ejemplos de ejercicios de flexibilidad son el yoga, el pilates y las rutinas de estiramiento.

En cuanto a frecuencia del ejerciciola constancia es la clave. Debe realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada a la semana, repartidos en varios días, posiblemente en sesiones más cortas de 10-15 minutos. Intente hacer ejercicios de fuerza al menos dos veces por semana, centrados en los principales grupos musculares.

Para aprovechar los beneficios de tu rutina ten en cuenta la hora del día en que haces ejercicio. Según los estudios, la actividad física de moderada a intensa por la tarde y por la noche repercute significativamente en el control de la glucemia más que el ejercicio matutino y puede ayudar a reducir la resistencia a la insulina y el contenido de grasa hepática.

En resumen, cualquier movimiento es bueno y, por lo general, más es mejor, sobre todo cuando está bien sincronizado.

Retrasar o prevenir la diabetes de tipo 2

Son varios los factores que influyen en el desarrollo de la diabetes de tipo 2. Los más importantes son los hábitos de vida asociados a la urbanización. Hay pruebas consistentes de que una pérdida de peso intencionada y relativamente modesta, conseguida mediante una dieta sana y actividad física regular, puede prevenir o retrasar la diabetes de tipo 2.

Una dieta sana incluye:

  • reducir las calorías si tiene sobrepeso
  • sustituir las grasas saturadas (nata, queso, mantequilla) por grasas insaturadas (aguacate, frutos secos, aceite de oliva y aceites vegetales)
  • consumir fibra dietética (p. ej., fruta, verdura, cereales integrales)
  • controlar el tamaño de las porciones para evitar comer en exceso
  • evitar el consumo de tabaco, el exceso de alcohol y el azúcar añadido
  • elegir métodos de cocción más sanos como hornear, asar, cocinar al vapor o saltear en lugar de freír

También se recomiendan los chequeos médicos periódicos, ya que la detección precoz de los factores de riesgo puede ayudar a tomar medidas proactivas para prevenir o retrasar la diabetes de tipo 2.