Me diagnosticaron diabetes de tipo 1 cuando tenía 16 años, después de sufrir una CAD y casi entrar en coma. Antes del diagnóstico. Recuerdo que me sentía muy cansada y perdía mucho peso, a pesar de que ya era delgada. Tras el trauma de mi diagnóstico, mejoré mis conocimientos y comprensión de la enfermedad y tomé conciencia de que no todos los diabéticos tienen acceso a la atención, la tecnología y el tratamiento que necesitan.
Por eso decidí buscar programas relacionados con la concienciación, la educación y la defensa de la diabetes, y descubrí las Voces del Círculo Azul de la FID. Quiero unirme a la comunidad para conectar con personas con historias similares a la mía y que no se conforman con que el derecho a la salud y a una calidad de vida decente esté fuera del alcance de muchas personas. La diabetes puede controlarse con educación, servicios, tecnología, disciplina y apoyo. Por eso debemos luchar para que estén al alcance de todas las personas con diabetes.
"Quiero conectar con personas con historias similares a la mía y que no se sienten cómodas con el derecho a la salud y a una calidad de vida digna que está fuera del alcance de muchas personas con diabetes".
